miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cuarto menguante

El hombre te hizo hija de la luna
y de un azul opalino fueron tus noches
de insomnio;
de un gris de polvo fueron tus días
de trabajo bajo ningún sol.

La terquedad de unas nubes mercenarias
es la fase cambiante de los
que no tienen palabras
ni siquiera para nombrar el silencio.

El murmullo de palomas gordas y tornasoladas
es la insistente llamada del olvido bajo
algún puente
que no puede cubrirte de las estrellas
pero sí de las gentes.

Hola, poema

Hola, poema.
¿Qué hacés escondido en mi bolsillo?
Vení, desparramate en mi voz.
Vení, decime alguna verdad.
Aunque más no sea un
artilugio de la nostalgia,
una alucinación de palabras fluctuantes.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Oficina

Estoy escribiendo en la oficina,
entre un termo de agua caliente
y un monitor que muestra mensajes.
Estoy escribiendo debajo de una lista
de supermercado (comida para mi gato).

Escribo mientras escucho a Piazzolla
que prologa héroes y tumbas; mientras
los mocasines apurados de mi jefe
vienen a preguntarme alguna cosa oficinezca
o a manguear un mate.

Escribo de nueveadieciocho,
sobre inmensidades que no caben
en este escritorio gris.