miércoles, 20 de agosto de 2014

Aquel movimiento del viento

Aquel movimiento del viento
casi imperceptible en el patio
inundado de madreselva,
le cortó el cuerpo en formas
de hojas secas y la dejó
aplastada, gélida e impaciente
al pie de la vida.

Ya no pudo oler el sol
allanando el rocío en el pasto mojado,
violento y rutilante.
La brillantez le fue vedada.
Su piel no tocará jamás las
gotas de la lluvia celosa
que impregna de humedad
todo lo que alucina seco.

Aunque después todo renazca,
se arremoline y se disperse.
Ella no, ella no.

martes, 19 de agosto de 2014

Brea

No soy preciosa.
No estoy (¿estoy?) en este mundo para serlo.
No sé para qué estoy.
Las respuestas aparecen de vez en cuando.
Me las imagino. Me sonrío.
Me explico lo indecible.
No existo (soberbia). Sólo soy un ebullir
constante de preguntas secuestradas.

Un florecer oscuro y espeso de brea caliente.
Me puedo sentir derretirme por dentro.
Y después no hay luz, no hay sol, no hay rayo.
Sólo mi interior corroído.
Un hueco en la pared que luego taparé
con un cuadro.

lunes, 11 de agosto de 2014

En el fondo

Qué triste esto de saberme estéril,
de tierra agrietada y enloquecidos
recuerdos.
Una estación abandonada que
el tren no despertará con sus bramidos,
con sus humos negros.
Una tormenta en un frasco de mermelada.
Una gotera.
Jirones de manos secas que trepan
por las caderas.
El hambre, el frío, la lucha.
La no correspondencia del otro.
La evaporada sensación del delirio
que corrió y atravesó las ventanas.
Soy el reflejo en el espejo roto.
La bandera sucia, rota y apolillada.
El vientre que se muere y se relame.