cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo
lunes, 25 de junio de 2012
Somos dos cuerpos nocturnos, soledades ancladas de ira. Somo tu sexo y el mío, estallando radiantes de orgasmos. Enredados en remolinos que nos elevan y se van. No somos más que el carnal refugio. No somos más que la triste soledad.
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