De una frase pintada en una pared
robé las gotas que derramaste
con tus dulces maneras.
Y ya fuera de mi cuerpo,
corrí a tu hogar y te pinté la cara.
Dibujé una rosa en tus piernas
y te inundé de colores.
Fuera de las líneas, quemando límites,
aprendimos a corrernos del cuadrado.
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