cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo
miércoles, 11 de julio de 2012
Tirarse del viernes al precipicio del olor a otro encuentro. Dejar en el puente al despegar los pies, los besos y el amor hiriente. Y mientras el aire te golpea la frente, caer en la hierba, desplomada.
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