lunes, 2 de julio de 2012

Mientras espero que
la lealtad de las horas
suicide mi ego enamorado,
tu melancolía besa mi sangre,
                                                    Alejandra.
Porque en la oscuridad
te evoco y subrayo
lo musical de tu infierno.
Y en un zumbido dulce,
te escucho y te quiero.







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